
Una última vez siempre es triste. Fue ese día que dije es hora de guardar todo, pero quiero una última vez. Quería dejar un buen final, a lo que llamamos infancia. Estaba jugando con mis muñecas y demás juguetes que adoraba sin pensar que era la última vez que lo haría . Hoy recordé esos momentos en los que te sacan una sonrisa verdadera. Yo era la niña que coleccionaba peluches, Barbies y muñecos. También fui la que les ponía nombre a cada uno, la que juntaba figuritas, la que amaba disfrazarse dejando volar su imaginación e inventar cada cuento, y la que dibujaba en las paredes de mi casa (Si me retaban jaja). En mi paso por el jardín, me podías ver dibujando o jugando con la plastilina. Amaba hacer cualquier cosa que implicara “arte” para después regalar a mamá y sacarle una sonrisa. Los años en que viví mi infancia fueron los mejores, todavía había chicos en las calles jugando a las escondidas o a la mancha y porque no al ring raje. Siempre te hacías algún amigo en la placita, que quizás volvías a ver. A la tarde si o si miraba Chiquititas, y amaba cantar sus canciones y bailar. Pimpollo, turin,turin (? , esas tardes con amigas bailando las coreografías, inolvidables! Los mejores juegos en los recreos del cole eran la soga, el elástico, la rayuela, el poliladron y martinpescador. Si te enojabas con un amigo, al día siguiente era como si no hubiese pasado nada, y si te gustaba alguien te conformabas con que te hablara o que te tocara en la botellita con el/ella. Si la profe te ponía un sellito , eras feliz y con un peso te comprabas todos los caramelos que podías. Tantas cosas que se fueron y que solo se viven una vez.
Todavía tengo esos juguetes para recordar los buenos momentos que pasé. Siempre me gustó conservar cosas de mi vida, que considero importantes y que me traen lindos recuerdos. Ando media sentimental (? pero hoy me encontré con estas cosas y me dieron ganas de escribir sobre ese mundo lleno de felicidad que dejé en el tiempo.